El Diamante es un símbolo de pureza. Establece vínculos aportando amor y claridad en una relación, potencia el amor y es considerado un símbolo de compromiso y fidelidad. También ha sido un símbolo de riqueza durante miles de años y es una de las piedras de manifestación que atrae abundancia.
El diamante es un amplificador de energía. Es una de las pocas piedras que nunca necesita recargarse. Incrementa la energía de cualquier cosa con la que entra en contacto y es muy eficaz cuando se usa para curar en combinación con otros cristales, ya que potencia su poder.
El Diamante es un símbolo de pureza. Establece vínculos aportando amor y claridad en una relación, potencia el amor y es considerado un símbolo de compromiso y fidelidad. También ha sido un símbolo de riqueza durante miles de años y es una de las piedras de manifestación que atrae abundancia.
El diamante es un amplificador de energía. Es una de las pocas piedras que nunca necesita recargarse. Incrementa la energía de cualquier cosa con la que entra en contacto y es muy eficaz cuando se usa para curar en combinación con otros cristales, ya que potencia su poder.
Psicológicamente el diamante imparte fortaleza y su luz señalará cualquier rasgo negativo que requiera transmutación. Limpia el dolor emocional y mental, reduce el miedo y provoca nuevos comienzos. Es una piedra altamente creativa.
Mentalmente el diamante establece un vínculo entre el intelecto y la mente superior, aportando claridad mental. A nivel espiritual limpia el aura de cualquier cosa que empañe la luz interna de una persona, permitiendo que brille la luz de su alma. Te recuerda las aspiraciones de tu alma y ayuda a la evolución espiritual.
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Cuarzo rosa
Ópalo
Piedra de la luna
Citrino
Agua marina
Amatista
Ambar
Diamante
